La Sentencia del Tribunal Supremo del pasado 11 de abril de 2014 aborda la cuestión referente a los requisitos que debe reunir la acción declarativa de dominio. Concretamente, dicha resolución judicial manifiesta que un contrato de arrendamiento de una parcela identificada plenamente no constituye, por sí mismo, prueba de título apto para acreditar el dominio.